Tratamientos adicionales al trabajo de galvanizado
Hoy os enseñamos algunos ejemplos, muy interesantes, que demuestran lo versátil que es el tratamiento de galvanizado cuando se aplica como base para combinar con otras técnicas.
Hemos desarrollado una tecnología de galvanización «verde» que representa una nueva frontera de la galvanización, también presentaremos otras técnicas de decoración combinadas con la galvanización tradicional: barnizado, serigrafiado, cepillado e impresión tampográfica y láser.
Acabados trivalentes
Cromoplastica sigue su propio compromiso para ofrecer a los mercados tecnologías cada vez más sostenibles, manteniendo el compromiso del programa “Green deal” que se inició en 2015 (Cero CO2 antes de 2030).
La característica principal es el uso de cromo trivalente.
El objetivo es sustituir gradualmente los actuales acabados cromados, según las exigencias del mercado y las necesidades del cliente, eliminando sustancias peligrosas y reduciendo de forma drástica las emisiones de CO2, manteniendo y mejorando las prestaciones y las resistencias anticorrosión en las pruebas salinas NSS-AASS-CASS, transpiración sintética, etc.
Barnizado
En sectores tales como el de los electrodomésticos y el de las instalaciones hidrosanitarias, el galvanizado sumado a un barnizado brillo o mate proporciona una durabilidad adicional al producto acabado, confiriéndole una calidad elevada con costes considerablemente inferiores respecto al empleo de metal.
Incluso tras haberlo utilizado miles de veces, el acabado seguirá siendo exactamente como al principio. En las imágenes, podéis ver los efectos:
- metal black brillo, más barniz mate
- oro estándar, más barniz brillo
- coral brillo, más barniz brillo
Efecto cepillado
El cepillado es una proceso mecánico de elaboración que consiste en labrar un objeto, antes sometido a tratamiento de galvanizado, con unos cepillos especiales que generan el típico efecto abrasivo, recreando una superficie mate-semibrillante con leves surcos paralelos bien definidos.
Las placas galvanizadas que veis en la galería de imágenes pueden sustituir perfectamente las de acero forjado, pero con un coste 7 veces menor, como mínimo.
Se logran niveles altísimos de elegancia a precios mucho más accesibles que los del acero:
- Níquel pulido brillante, sometido después a cepillado mecánico, al que se le ha aplicado, por último, barniz mate. El efecto que se obtiene es el típico del acero.
- La segunda pieza ha sido sometida al tratamiento de acabado galvanizado cromo brillo, después cepillada mecánicamente y luego barnizada con barniz brillo.
En ambos objetos, el barnizado crea el efecto NO TOUCH: no quedan huellas, dejando el producto siempre brillante y limpio.
En estos últimos dos casos, tras el galvanizado se efectúa un proceso doble de elaboración.
Impresión láser y serigrafiado
La impresión láser es una técnica de elaboración sucesiva al galvanizado y consiste en eliminar el depósito galvánico mediante un rayo láser. Ésta se utiliza cuando el producto ha de emplearse con retroiluminación.
Efectivamente, el dibujo obtenido sobre la pieza mediante la impresión láser es resaltado luego por una fuente de luz situada detrás o en el interior del producto mismo.
Este tipo de labor ofrece un nivel de personalización elevado: la pieza galvanizada puede ser ultimada mediante la impresión láser de varios dibujos.
Dada la versatilidad de esta técnica de elaboración, el sector en el que más se emplea es la industria del automóvil: a partir de un único molde galvanizado (en este caso el de un botón) es posible obtener varias piezas, cada una de ellas con las letras deseadas.
La serigrafía es la técnica de elaboración más usada cuando hablamos de galvanizado. Todos, antes o después, hemos experimentado con las dos técnicas; todavía hoy se usa ampliamente, pero, como habéis podido observar, la tecnología nos ha permitido ir mucho más allá.